Daños y beneficios del alcohol

Se considera bebida alcohólica a toda aquella que en su composición se presente el etanol, también conocido como alcohol etílico. Este puede encontrarse de forma natural o adquirida, lo importante es que sea igual o superior al 1% del volumen de la bebida. Existen dos tipos, las fermentadas, como la cerveza, vino o sidra, y las destiladas, como whisky, coñac, vodka, ron o ginebra.

El consumo recomendado es hasta 2 tragos diarios para los hombres y 1 para las mujeres. Un trago equivale aproximadamente a un vaso de cerveza, una copa de vino o una medida de bebida destilada. La diferencia entre sexos parte de que los hombres poseen más agua en el cuerpo, por lo tanto, si bebieran la misma cantidad, la concentración de alcohol en sangre para la mujer tendería a ser mayor.

Una verdad respecto del alcohol es que sus beneficios pueden conseguirse con un consumo moderado, mientras que los riesgos aparecen cuando se comenten excesos. A continuación te mostramos cuáles son los diferentes efectos que puede causar sobre tu cuerpo:

Distintos trabajos encontraron que sí no se supera el consumo diario recomendado, el alcohol intervendría de manera favorable en muchos aspectos de la salud cardiovascular. A saber, elevar el colesterol "bueno", disminuir la probabilidad de ataques cardíacos y reducir el riesgo de muerte temprana, especialmente en pacientes con hipertensión.

Diferentes investigaciones asocian a quienes beben en exceso con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de boca, faringe, laringe, hígado, esófago, mama y colorrectal. Los especialistas creen que esto se debe a que sus tejidos están más expuestos al contacto directo con el alcohol.

Los ataques isquémicos transitorios ocurren cuando el suministro de sangre dirigido a una parte del cerebro se detiene, por ello se consideran señales de futuros derrames. Para prevenirlos se recomienda consumir anticoagulantes, aunque, expertos encontraron que el alcohol cumpliría una función similar a la de estos medicamentos, gracias a su capacidad para diluir la sangre.

El consumo excesivo de alcohol está asociado a una disminución de la energía que el cerebro necesita para funcionar correctamente. Los expertos señalan que esto puede desencadenar problemas de visión, coordinación, e incluso desarrollar depresión. Se cree que también podría producir defectos de nacimiento si la madre bebió durante el período de gestación.

Existe evidencia que asocia el consumo moderado de alcohol en mujeres, con un menor riesgo de sufrir artritis reumatoide, en comparación con aquellas que no lo consumen. Otro trabajo también encontró que las mujeres que bebían moderadamente tendían a un menor riesgo de desarrollar sobrepeso.

En el caso de los hombres, la evidencia científica no parece comunicar buenas noticias. Se encontró que aquellos que beben antes de las comidas, son más propesos a comer de más que aquellos que no lo hicieron. Los investigadores aún necesitan más pruebas que expliquen los mecanismos detrás de este vínculo.

Recuerda que si tomas medicamentos no debes mezclarlos con alcohol. Esto se debe a que si se ingieren en simultáneo, existe una mayor probabilidad de que sean tratados por las mismas enzimas, estas metabolizarán menos de cada sustancias, y así, alterarán los efectos de los medicamentos.

Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.